Altelier Studio contactó con nosotros para modernizar la vivienda que Elena, la propietaria, adquirió para su madre en el barrio de Mirasierra en Madrid. El objetivo principal era mantener un ambiente contemporáneo sin perder el confort y las características propias de una vivienda tradicional para una persona mayor. Se priorizó la funcionalidad y la accesibilidad en todas las estancias, manteniendo elementos clave como una salita y televisores en cada dormitorio, además de splits de aire acondicionado individuales.
La distribución original de la vivienda mantenía la cocina y el salón separados, lo que generaba pasillos innecesarios. Tras la reforma, se optó por un diseño central que distribuye los espacios alrededor de un núcleo que conecta las zonas de día y noche de manera fluida. Este rediseño permitió mejorar la privacidad en los accesos a los dormitorios y ampliar los dos baños, haciendo que la circulación en la vivienda sea más accesible y abierta.
La cocina fue uno de los espacios clave de la reforma, integrando electrodomésticos panelados, suelos de porcelánico imitación hidráulica de estilo mediterráneo, y una barra de madera que actúa como un espacio funcional y decorativo. La encimera y el frontal en porcelánico completan el diseño, mientras que las estanterías de madera aportan un toque acogedor y tradicional.
El baño principal destaca por su pavimento vinílico imitación textil, alicatado texturado decorativo, y un gran formato de porcelánico imitación mármol. La grifería empotrada dorada, junto con la iluminación indirecta mediante luces LED, crea un ambiente sofisticado. El baño secundario presenta un diseño más moderno, con grifería empotrada negra, alicatado a media altura con un perfil de terminación en negro, y muebles de color que aportan un toque de originalidad.
Las puertas abatibles lacadas en blanco con molduras decorativas aportan un toque clásico que armoniza con el estilo general. Los armarios, hechos a medida con un acabado lacado blanco y tiradores decorativos, son prácticos y estéticamente agradables. Una ventana corredera de gran formato en la salida a la terraza crea una conexión entre el salón y el exterior, potenciando la luz natural y ventilación. En toda la vivienda se colocaron suelos de madera natural, mientras que en la cocina se optó por porcelánico imitación hidráulico y en los baños por vinílico y porcelánico, según el diseño.
La iluminación fue un elemento meticulosamente planificado, con luces LED integradas en foseados, iluminación indirecta en cabeceros y balizas en el pasillo para crear ambientes acogedores y funcionales. En cuanto a la climatización, se renovaron todos los splits y se mantuvieron algunos radiadores existentes.
El núcleo central de la vivienda permitió eliminar los pasillos, optimizando el espacio para que las áreas de paso tengan doble funcionalidad, como lavadero y almacenaje. Además, se logró una clara separación entre la zona de día y la zona de noche, mejorando las circulaciones internas, ventilación, iluminación natural y, en general, la funcionalidad de la vivienda.
En definitiva, esta reforma cumplió con el objetivo de modernizar la vivienda manteniendo características esenciales para la comodidad de una persona mayor, al mismo tiempo que se mejoraron la circulación y la amplitud de los espacios.
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