Mariam decidió reformar su vivienda en el barrio de Algirós, en Valencia, con el objetivo de modernizar el piso heredado y convertirlo en un hogar acorde a sus gustos y necesidades. Esta reforma no solo le permitió actualizar su casa de infancia, sino que también creó un espacio ideal para vivir, disfrutar y teletrabajar.
Con una superficie de 130 m², la distribución original de la vivienda resultaba poco funcional, con un largo pasillo que fragmentaba los espacios y limitaba la entrada de luz natural. Inicialmente, contaba con tres habitaciones, un único baño, una cocina independiente y un salón-comedor. La reforma transformó completamente la disposición de los espacios, reduciendo el pasillo al mínimo y apostando por una distribución más abierta. Ahora, la vivienda cuenta con dos habitaciones, dos baños y una cocina integrada al salón-comedor, lo que ha mejorado notablemente la sensación de amplitud y luminosidad.
Uno de los puntos clave de la reforma fue la cocina, que se convirtió en el centro del hogar. Se diseñó un espacio funcional con una amplia península y una zona de desayunador, favoreciendo la interacción y el aprovechamiento del espacio. Gracias a la integración con el salón-comedor, la cocina ahora recibe luz natural, aportando una mayor calidez y armonía al ambiente.
Los baños han sido optimizados al máximo para aprovechar el espacio disponible. Para generar una mayor sensación de amplitud, se incorporó un espejo incrustado en el tabique, extendiéndose desde el alicatado hasta el techo. Este recurso visual contribuye a potenciar la luminosidad y a dar una percepción de mayor profundidad.
Uno de los espacios más importantes para Mariam era el vestidor, que se diseñó de forma amplia y funcional. Además de proporcionar una gran capacidad de almacenaje, se incorporó una mesa de trabajo dentro del vestidor, permitiendo un área de teletrabajo cómoda y bien integrada en la vivienda. También se instaló una caja fuerte en el armario, aportando un extra de seguridad sin comprometer la estética del diseño.
En cuanto a los acabados, se eligió un pavimento cerámico uniforme para toda la vivienda, incluyendo las terrazas, logrando una continuidad visual y un mantenimiento práctico. La iluminación fue otro aspecto fundamental de la reforma, incorporando tiras LED estratégicamente para realzar los espacios y aportar una atmósfera moderna y acogedora. Además, se instaló un sistema de climatización mediante splits, garantizando el confort en todas las estaciones del año.
El concepto de diseño giró en torno a la eliminación de la sensación de encajonamiento que generaba el antiguo pasillo. Al abrir la distribución, la luz natural fluye por toda la vivienda, creando un ambiente más acogedor y funcional. El protagonismo de la cocina y la iluminación LED han sido los pilares fundamentales en la transformación del espacio.
Gracias a la reforma, Mariam ha conseguido un hogar mucho más amplio, cómodo y adaptado a sus necesidades diarias. La redistribución optimizada, el aumento del espacio de almacenamiento y la integración de la cocina con el salón han dado lugar a una vivienda moderna y luminosa. Su satisfacción con el resultado quedó reflejada en las reseñas positivas que dejó tanto durante el proceso de la obra como una vez finalizada, confirmando que la reforma ha superado sus expectativas.
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