Francesc encontró en el barrio de Ciutat Vella, en Valencia, el lugar ideal para establecerse debido a su nuevo trabajo. Hasta entonces, residía fuera de la ciudad, por lo que esta reforma era clave para adaptar la vivienda a sus necesidades y convertirla en su hogar definitivo.
Con una superficie de ochenta y cinco metros cuadrados, la distribución original de la vivienda no se ajustaba a sus expectativas. La zona de día y la zona de noche estaban dispuestas de manera poco eficiente, dificultando la funcionalidad del espacio. Uno de los principales objetivos de la reforma fue invertir esta distribución, logrando que la entrada condujera directamente a la zona de día, mientras que los dormitorios quedaban en la parte trasera, asegurando mayor confort y aislamiento del ruido exterior.
El nuevo diseño de la vivienda ha permitido conectar la cocina con el salón, creando un espacio abierto y fluido. La vivienda cuenta ahora con un dormitorio principal con baño en suite, un segundo dormitorio versátil para invitados o despacho y un baño completo de uso general. La cocina, uno de los elementos clave del proyecto, destaca por la recuperación de materiales originales, como los pavimentos y las molduras. Se optó por una carpintería lacada en un color cuidadosamente seleccionado, aportando personalidad y carácter al conjunto.
Los baños han sido diseñados para ofrecer comodidad y funcionalidad. Ambos cuentan con ducha, inodoro y lavabo. En el baño en suite, debido a la configuración del espacio, no fue posible integrar una hornacina, pero en su lugar se creó un poyete sobre el lavabo que permite añadir elementos decorativos. Este baño se distingue también por su revestimiento de azulejo en pequeño formato con relieve, lo que contribuye a una mayor sensación de amplitud.
Uno de los aspectos más representativos de la reforma ha sido la recuperación de las puertas originales de la vivienda, adaptándolas a los nuevos huecos y aperturas. Se restauraron cuidadosamente y se les aplicaron nuevas capas de pintura para realzar su carácter. Los armarios, por su parte, han sido diseñados a medida, lacados y con uñero integrado, priorizando zonas de ropa colgada según las necesidades del propietario.
Las ventanas de la fachada principal han sido renovadas manteniendo la estética original de la vivienda. Se optó por modelos de madera bicolor con contraventanas, evocando el estilo tradicional de las casas valencianas. En cuanto a los suelos, fueron el eje central del proyecto. Se diseñó una nueva composición de pavimento de nolla, con alfombras y patrones personalizados que encajan perfectamente con los espacios reformados.
Las paredes han sido tratadas con especial atención para resaltar el carácter histórico del edificio. En la habitación principal, se recuperó un muro de ladrillo macizo visto, resaltando la construcción original. La iluminación de la vivienda fue elegida por el propietario, con cada estancia adaptada a sus preferencias. Entre los elementos más distintivos, destaca la lámpara de gran formato sobre la cama del dormitorio principal, que se convierte en un punto focal del diseño.
Para garantizar el confort, se ha instalado un sistema de climatización por conductos que permite regular la temperatura en todas las estancias. La idea central de la reforma ha sido respetar y recuperar el carácter original de la vivienda, incorporando elementos históricos como los techos altos, molduras, pavimentos de nolla y carpintería de madera, en armonía con una estética clásica contemporánea y bohemia.
El proceso de reforma ha transformado por completo la funcionalidad y el confort de la vivienda. La diferenciación clara entre la zona de día y la zona de noche permite disfrutar de cada espacio según el momento del día. La conexión entre cocina y salón crea una sensación de amplitud que favorece la convivencia y la interacción. Gracias a la nueva distribución y al cuidado en la elección de materiales y detalles, Francesc ha conseguido un hogar que refleja su personalidad y estilo de vida.
Un punto clave del diseño ha sido la cocina con isla, cuyo color aporta un fuerte protagonismo. La encimera en una única pieza con faldones integrados permite usarla también como mesa, ideal para cenas informales mientras se cocina con la vitrocerámica de filtro de carbono integrado.
Esta reforma ha sido un proyecto de recuperación y revalorización del carácter original de la vivienda. Francesc ha podido comprobar el esfuerzo y la dedicación invertidos en cada detalle, entendiendo que los materiales recuperados aportan una esencia única e irrepetible. El resultado es una vivienda auténtica y con historia, adaptada a sus necesidades actuales sin perder el alma de su pasado.
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