Marta y Pablo confiaron en nosotros para transformar por completo esta amplia vivienda situada en el barrio de Vallehermoso, en Madrid, con el objetivo de adaptarla a su nueva vida familiar. La casa, originalmente muy compartimentada y con una marcada zona de servicio independiente, necesitaba una reorganización global que permitiera crear una zona de día amplia, luminosa y conectada, convirtiéndose en el corazón del hogar para sus hijos.
En su estado original, la vivienda contaba con una cocina, un dormitorio y un baño destinados al personal doméstico, con acceso independiente a través de una puerta secundaria. Un largo pasillo separaba el salón de la zona de noche, generando un espacio oscuro y poco aprovechado. La parte privada se distribuía en un dormitorio principal con baño en suite y vestidor, dos dormitorios adicionales, dos baños y un aseo, además de dos terrazas: una vinculada al salón y otra a la zona de descanso.
La nueva distribución reinterpreta por completo estos espacios, generando una zona de día abierta y luminosa en la que cocina y salón-comedor se integran visualmente. El cierre de madera entre ambos ambientes permite separar funcionalmente las áreas sin perder continuidad visual. El antiguo vestidor se transforma en un tercer dormitorio, y dos de las habitaciones se conectan mediante una puerta corredera, permitiendo que una de ellas funcione como sala de juegos para los niños. La zona de los baños se concibe como un volumen de esquinas redondeadas, que suaviza el tránsito hacia los dormitorios y evita la formación de pasillos cerrados. La vivienda se completa con dos baños, un aseo, un despacho con otro aseo y una zona de servicio accesible a través de una puerta oculta integrada en una de las columnas de la cocina.
La cocina se organiza en dos frentes: una zona baja que concentra el área de trabajo y un frente de columnas con una puerta en trampantojo que oculta el acceso a la zona de servicio. Se proyecta un banco corrido que permite integrar una mesa de comedor sin renunciar al almacenamiento, revestido en su sección central con papel pintado para dotar de carácter al entorno. Los materiales elegidos refuerzan la estética cálida de la casa: un laminado en tono beige rosado con interiores y tiradores a juego, combinado con una encimera de vetas en oro cepillado, que también se incorpora en la grifería. Los electrodomésticos, completamente integrados, son de la firma Bosch.
En los baños de uso común se emplea un porcelánico neutro en combinación con tonos vibrantes en las zonas de ducha: coral para el baño de la niña y azul para el baño de los niños, creando ambientes diferenciados y alegres. El baño en suite adopta un lenguaje más sofisticado con porcelánico efecto microcemento, mueble en madera y grifería en oro cepillado. En los aseos se opta por un mayor impacto visual mediante papel pintado, mueble de madera y un lavabo sobre encimera en acabado terrazo combinado con grifería en cobre.
El suelo de madera en espiga unifica toda la vivienda —salvo baños y cocina— y aporta una estética cálida y elegante. Las ventanas de baja emisión mejoran el confort térmico, mientras que la instalación de climatización por conductos asegura un ambiente confortable durante todo el año.
El proyecto consigue transformar una vivienda tradicional en un hogar contemporáneo, familiar y lleno de luz, donde la continuidad visual y las circulaciones fluidas definen la experiencia diaria. La nueva organización y el cuidadoso tratamiento de materiales hacen que Marta y Pablo disfruten ahora de un espacio amplio, luminoso y acogedor, perfectamente adaptado a su vida en familia.
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