Dario y Brandall, propietarios de esta espectacular vivienda en el barrio de San Isidro en Madrid, nos contactaron para finalizar una obra nueva que había quedado paralizada durante mucho tiempo. Siendo su primera vivienda, el objetivo principal era concluir la construcción con un enfoque minimalista, priorizando la funcionalidad y la maximización de la luz natural para crear una sensación de amplitud en el espacio limitado de cada planta del edificio.
La nueva distribución de la vivienda se extiende a lo largo de cinco niveles, cada uno con usos distintos y bien definidos. En el subsuelo, se encuentran la sala de máquinas/lavandería, la cocina-comedor y un toilette para invitados. La planta baja alberga el ingreso principal, el salón y un patio que sirve como extensión del espacio interior. En el primer piso, se sitúan dos habitaciones, un baño y una zona de estudio. El segundo piso está dedicado a la habitación principal con baño en suite y una habitación adicional más pequeña. Finalmente, el ático cuenta con un toilette, una pequeña sala de estar y dos terrazas, una de las cuales da hacia el patio interior y la otra hacia la calle, con una impresionante piscina.
Los baños han sido diseñados con un revestimiento de resina poliuretánica en suelos y paredes, creando una apariencia uniforme y ultra minimalista que resalta la simplicidad y elegancia del espacio. Las puertas de la vivienda, en su mayoría correderas de suelo a techo y abatibles tipo rasomuro, complementan este estilo, eliminando cercos visibles y contribuyendo a una estética limpia y moderna.
Los armarios, en línea con el resto del mobiliario, refuerzan la idea de espacios de líneas rectas y acabados neutros, optando por tonos blancos o maderas naturales. Las ventanas, diseñadas con especial atención a sus dimensiones y aperturas motorizadas, no solo cumplen con los requisitos estéticos, sino que también mejoran la eficiencia energética de la vivienda.
El suelo de la casa, con instalación de aerotermia, presenta un acabado de resina poliuretánica en un tono arena en los primeros cuatro niveles, mientras que en el ático se eligió un acabado de porcelánico. Estos materiales, además de su valor estético, colaboran con la climatización eficiente de la vivienda.
Las paredes, mayoritariamente blancas, se combinan con muros de cristal y hormigón visto, mientras que un perfil sombra sustituye los rodapiés tradicionales, acentuando la simplicidad y el diseño moderno. La iluminación, basada en tiras LED en todas las estancias, proporciona una luz uniforme que resalta las líneas rectas y potencia la estética minimalista.
El sistema de climatización se basa en aerotermia en todos los niveles, alimentado por paneles solares en la azotea, junto con un sistema de ventilación mecánica para los servicios, subrayando el compromiso con la eficiencia y sostenibilidad.
El concepto de diseño desarrollado en esta rehabilitación busca crear una casa minimalista donde la funcionalidad y simplicidad sean las bases, adaptando los espacios a las necesidades de los propietarios y creando un ambiente sereno y ordenado, ideal para el descanso y la vida en familia. Los recursos estéticos, como la iluminación indirecta, las dobles alturas y los muros de cristal, junto con elementos estructurales de hormigón vistos, han sido utilizados para resaltar la belleza intrínseca de la vivienda y crear un espacio único y acogedor.
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