Marcos y Jose Elías confiaron en nosotros para reformar una vivienda con más de siglo y medio de historia en pleno barrio del Carmen, en Valencia. El objetivo del proyecto era claro: crear un espacio personalizado donde disfrutar de su jubilación, sin perder la esencia arquitectónica original que define el carácter del inmueble.
La antigua vivienda presentaba una distribución muy compartimentada, con estancias pequeñas y escasa entrada de luz natural. La reforma reconfiguró completamente la organización interior, situando el salón-comedor como pieza central del hogar. Este espacio se abre mediante ventanas balconeras al patio de manzana, un entorno tranquilo que amortigua los sonidos urbanos y permite una ventilación cruzada que recuerda a las antiguas galerías tropicales, una imagen muy presente en el imaginario de los propietarios. La cocina se diseñó como un espacio abierto al despacho, que a su vez actúa como distribuidor hacia la habitación principal, permitiendo que la luz de las balconeras bañe también estas estancias. Los baños se ubicaron en zonas más alejadas de la fachada principal, garantizando privacidad sin comprometer la funcionalidad.
Desde el inicio, se apostó por recuperar y poner en valor los elementos originales de la vivienda. Los suelos hidráulicos, con sus colores vibrantes, se restauraron y se mantuvieron en el salón, la cocina y los baños. En los dormitorios y el estudio se optó por un suelo laminado en espiga, que armoniza con el conjunto y aporta confort. Los techos con vigas de madera vistas se conservaron para reforzar el carácter histórico de la vivienda, mientras que las puertas y sus marcos originales se decaparon y dejaron en madera vista, incluyendo también la restauración de las antiguas manivelas.
La cocina se diseñó en tonos verdes vivos, en sintonía con los colores del suelo hidráulico recuperado, y se completó con una campana decorativa revestida en melamina efecto acero cepillado y frentes de cocina en color negro con uñeros integrados, aportando un contraste elegante y contemporáneo. En los baños, también con suelos originales, se buscó generar ambientes singulares, siendo el principal parte de un espacio abierto junto al vestidor, que rompe con la compartimentación tradicional y crea una zona versátil e íntima.
Las ventanas existentes se rehabilitaron respetando sus materiales y estética, mientras que las balconeras de la fachada principal se mantuvieron como elemento distintivo que conecta el interior con el entorno. Toda la intervención se guió por el deseo de respetar la esencia de la vivienda original, haciéndola más luminosa, eficiente y funcional para sus nuevos habitantes.
Gracias a esta reforma, Marcos y Jose Elías disfrutan hoy de un hogar único que combina la autenticidad de 1850 con un diseño pensado para el confort y la vida contemporánea, en un equilibrio entre memoria, identidad y bienestar.
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