Laura, la propietaria de esta encantadora vivienda en el barrio de Gràcia de Barcelona, buscaba transformar su espacio en un hogar familiar que pudiera adaptarse a las futuras necesidades de su familia en crecimiento. El proyecto de reforma se enfocó en maximizar la amplitud y la luminosidad, conservando elementos originales de la vivienda, como las molduras y ventanas con formas singulares.
El objetivo principal de la reforma era crear un hogar versátil que pudiera evolucionar con el tiempo. Para lograrlo, se unificó el salón con la cocina en un espacio abierto, eliminando tabiques innecesarios y modificando la distribución de los baños existentes. La nueva disposición de la vivienda separa claramente la zona de día de la de noche, situando las habitaciones al inicio y el salón, la cocina y la terraza al fondo, aprovechando así al máximo la luz natural y creando un ambiente espacioso y luminoso.
La cocina se diseñó con dos zonas de trabajo, utilizando muebles de madera en dos acabados distintos y un frontal de azulejo verde con variadas tonalidades. Los baños destacan por su alicatado de piezas pequeñas con formas de colocación diversas y colores característicos, como el baño rosa. Además, no todas las paredes de los baños están alicatadas; algunas se dejaron con pintura para añadir variedad.
Todas las puertas de la vivienda fueron recuperadas y adaptadas a sus nuevas ubicaciones y aperturas, manteniendo así el carácter original de la vivienda. Las ventanas negras, además de mejorar la estética, aportan una mayor personalidad y mejoran las prestaciones acústicas y de confort.
El suelo de madera laminada efecto roble y las paredes en colores claros contribuyen a la sensación de amplitud. Las molduras, pintadas del mismo color que las paredes, se integran perfectamente en el diseño, destacándose por su composición y acabados.
La vivienda también fue equipada con un sistema de climatización por conductos, estratégicamente diseñado para no interferir con las molduras originales. Este sistema permite climatizar espacios comunes sin ocultar las molduras existentes.
El diseño de la vivienda se concibió para ser adaptable, considerando su uso por una familia con niños pequeños hasta su independencia. Las habitaciones fueron diseñadas para varios usos, y el salón incluye un espacio para el desarrollo musical, por ejemplo con un piano. La reforma también explotó al máximo la zona de la terraza, situándola junto a la cocina y el salón para crear un área de vida diaria luminosa y espaciosa.
En resumen, con este proyecto se ha logrado una transformación que no solo respeta y conserva los elementos originales de la casa, sino que también proporciona un espacio adaptable y funcional para el disfrute de toda la familia, con una clara separación entre las zonas de día y noche, y una integración armoniosa de los espacios abiertos.
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