A veces el espacio no es el que querríamos para nuestro baño. Pero tenemos que adaptarnos a las dimensiones, así que, como alternativa solo queda aprovechar los metros al máximo. Por eso, un baño de obra es una muy buena solución. Además, si lo que queremos es darle un aspecto moderno a nuestra casa y sin invertir mucho dinero, es interesante plantearse este tipo de reforma.
Anteriormente hablábamos de las cocinas de obra, ahora trasladamos esta modalidad a los baños. De esta forma, conseguirás uno totalmente diferente a lo habitual, te permitirá ahorrar espacio, pero también recortar en el presupuesto. Os hablaremos de sus ventajas, las características que tienen y qué inversión necesitáis hacer.
¿Qué es un baño de obra y qué ventajas tiene?
Se trata de aquellos baños en los que los muebles y gran parte de sus elementos dejan de ser tradicionales y pasan a estar construidos con albañilería. De primeras, pensarás que es un estilo que no pega nada en un hogar tradicional, pero a lo largo de este artículo te vamos a enseñar que es una reforma muy versátil y que puede encajar en una gran variedad de estilos.
Un baño de obra es perfecto si quieres evitar quebraderos de cabeza buscando muebles que se adapten al espacio. Con este sistema los construirás donde mejor te venga, encajando así a la perfección. Además, eligiendo este tipo de mobiliario, podrás colocar los mismos revestimientos que has escogido para las paredes o el suelo. Si lo prefieres, puedes jugar con los tonos y los materiales que más te gusten para los muebles.
Por otro lado, en el diseño de un baño de obra notarás una reducción considerable en el precio final.
¿Qué revestimiento necesito para un baño de obra?
Los azulejos siguen siendo el rey de los cuartos de baño. Son baratos, fáciles de instalar, tienen un sencillo mantenimiento y se pueden encontrar con una gran variedad de colores y texturas. Pero existen otras opciones, que necesitas conocer si lo que quieres es un baño de obra completo:
Cemento pulido:
Pensarás que se trata de tener paredes grises, pero no es así. Existen micro-cementos con una gran variedad de tonos y acabados en el mercado. Como no tiene juntas, el mantenimiento es incluso más sencillo que el de los azulejos (en estos, en la separación, se suele acumular mucha humedad y suciedad). El cemento pulido necesita las manos de un profesional, pero no es caro.
Panel de piedra:
Es una opción muy bonita que nos encanta. Es fácil de colocar y dan un aspecto muy limpio, elegante y rústico en los baños. Se puede combinar con unos muebles minimalistas para darle un toque más moderno.
Piedra natural:
Similar a la opción anterior. Aquí dejamos al descubierto la pared (algo que se puede combinar con dejar igualmente al descubierto las vigas del techo, para potenciar el carácter rústico de los baños). Ideal para hogares que buscan un toque rural.
Cabe añadir, que muchas personas optan por instalarse ellos mismos el alicatado o revestimiento elegido para las paredes de los baños.
Sin embargo, una mala colocación puede ocasionar desperfectos en el futuro (que se filtren humedades que acaben deformando el azulejo ola piedra, por ejemplo) que pueden salirnos más caros. Por eso, y para tu seguridad, siempre recomendamos acudir a un equipo de profesionales como los que tenemos en Cubicup y que te aseguran una marca de garantía. Además te aseguras, sin riesgos, que tu baño va a quedar perfecto.
Lavabos de obra
Este tipo de lavabos de obra, gracias a su versatilidad, pueden adaptarse a cualquier tipo de espacio y medida. Si hubiera que comprar el mueble tradicional, la implementación en el espacio nunca quedaría perfecta, mientras que con una de obra sí. Además, normalmente ya viene con unas medidas predeterminadas que, a veces, no adaptarse a lo que queremos.
Por otro lado, también está la opción de contar con una encimera con el baño de obra integrado. Normalmente se construyen con hormigón. Es un material resistente a golpes que evitará que con el paso de los años acabe con daños, arañazos o pequeñas roturas. Además, se trata de una elección idónea si quieres hacer un baño totalmente diferente a lo tradicional.
Duchas de obra
Las duchas de obra son cómodas, baratas y sencillas de instalar. Como siempre destacamos el espacio es esencial ya que limitará lo que podremos hacer y lo que no. Las duchas de obra son una opción muy elegante y que presenta las siguientes ventajas:
Son cómodas:
Es fácil entrar y salir de ellas. Además, también son fáciles de limpiar. Pueden estar instaladas sobre el mismo suelo o tener un plato, lo que las hace muy fáciles de usar y perfectas para hogares con personas con movilidad reducida (personas mayores o en silla de ruedas).
Sencillas de instalar:
Se pueden colocar en reformas integrales de baños, pero también en reformas parciales. Además, se adaptan prácticamente a todos los estilos de cuarto de baño: desde diseños más modernos, hasta otros más clásicos.
Permiten reutilizar el espacio:
Las bañeras convencionales, como ya sabes, ocupan más espacio que los platos de ducha. Por eso muchas personas las están sustituyendo. De hecho, hace un tiempo os dimos algunas ideas para cambiar la bañera por el plato de ducha y también os dimos números aproximados de cuánto costaría cambiar la bañera por una ducha.
En definitiva, con duchas de obra reorganizarás el espacio, podrás colocar algún mueble adicional de almacenamiento y ahorrarás agua.
Categoría de los materiales:
Elige suelos anti-deslizantes para aumentar la seguridad y evitar resbalones. El material más habitual suele ser el “gresite”, con un buen acabado anti-deslizante. Está compuesto de porcelánico con acabado rugoso y no es excesivamente caro.
¿Cuánto cuesta hacer un baño de obra?
Depende mucho del espacio y los acabados que quieras, pero en números aproximados, el precio estaría entre 3.000 y 4.000 € el baño completo. Los materiales con los que se construye el baño de obra no son especialmente caros, mientras que los tradicionales sí lo son.
Eso sí, debes tener muy clara tu elección porque, como ya sabes, necesitarás otra obra para eliminarla si cambias de idea o estilo.
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